Mondas
Las Mondas son las fiestas que se celebran en Talavera de la Reina , el sábado posterior a la Semana Santa. La advocación mariana se simboliza en el culto a Nuestra Señora del Prado y el engalanamiento de calles y plazas con la bandera azul y blanca de Talavera y que simboliza los colores de la Virgen María.
El 28 de diciembre de 2009, esta fiesta fue declarada de Interés Turístico Nacional.
Aunque se desconoce el origen exacto de esta tradición, no cabe duda de que es antiquísimo y podría remontarse a unas ofrendas a deidades prerromanas. Posteriormente, con la llegada de los romanos, las «munda cerealis» se ofrecían a la diosa Ceres coincidiendo con la llegada de la primavera. El rito fue cristianizado en el año 602 d.C. El rey Visigodo Liuva II regaló a la ciudad la imagen de la Virgen del Prado, a la que desde ese momento se realizan las ofrendas. En el siglo XVI se redacta una normativa para unificar la fiesta que también pasó a llamarse «fiesta de los toros». En la actualidad se conserva gran parte del rito romano.
El domingo siguiente al de Resurrección, el alcalde de Talavera de la Reina, recibe a diversos caballeros, uno por cada barrio de la ciudad, que llevan un leño florido y lo reparten por diversas plazas e iglesias, donde se lee un pregón. Los feligreses antiguamente hacían donaciones de dinero para sufragar las fiestas y limosna para los pobres.
Durante la semana que sigue se producen distintos actos conmemorativos, lúdicos y culturales, que van desde fiestas populares por barrios hasta festejos con encierros taurinos. Antiguamente también existía la tradición del toro embolado, encohetado o atado con sogas que llevaba teas ardientes en los cuernos. Durante la semana se entregan los premios «Ciudad de Talavera», los más importantes de la ciudad. El sábado siguiente por la mañana se celebran correrías con gigantes y cabezudos y máscaras. Por la tarde, el alcalde recibe en el ayuntamiento a todos sus homólogos de las Tierras de Talavera con los que intercambia el bastón de mando. Posteriormente el cortejo de alcaldes, junto con otros invitados, se encamina desde la Plaza del Pan hacia la Basílica del Prado acompañado por carrozas, personas ataviadas con los trajes típicos de cada localidad y los preceptivos regalos. Cada localidad lleva ofrendas —cerámica, flores, dulces— a la Virgen del Prado. Una vez dentro de la basílica, el alcalde, en representación de todos los presentes, hace una ofrenda a la Virgen y le otorga el bastón de mando de la ciudad. El acto suele terminar con la entonación del himno de la Virgen. Durante todo el fin de semana continúan los actos festivos, musicales, literarios, corridas de toros y hogueras nocturnas a la orilla del río Tajo.
Esta fiesta tiene un carácter etnográfico importantísimo, al ser una de las que mejor se conservan desde la época romana en España. Ha sido profundamente estudiada por el profesor miembro de la Academia de la Historia Ángel Ballesteros. La fiesta también tiene un marcado carácter de afirmación de la identidad comarcal de las Tierras de Talavera que llegaron a abarcar desde la Sierra de Gredos al Guadiana y las zonas extremeñas de los Ibores, Guadalupe y Campo Arañuelo.
El año de 1989, se publica de forma anual un breve estudio sobre algún apartado de esta fiesta milenaria denominado “Facsímil de Mondas”. Todos los números editados se han escaneado y se ponen ahora a disposición de los ciudadanos, estudiosos y curiosos. Cada año se irá incorporando el nuevo cuadernillo publicado y así continuar la serie.
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